"Lleno de dulce esperanza
hoy vengo a ti Santo mio,
pues en tu bondad confío,
de encontrar mi bienandanza.
Yo bien se que mi confianza,
no ha de salir defraudada,
y que veré despachada
mi ferviente petición,
pues calmarás la aflicción,
de este alma atribulada.
